¡Por supuesto! Salvando las distancias, tienen la misma eficacia y dinámica que las presenciales. Además, para muchas personas son más cómodas, ya que no implican ni un gasto de tiempo de desplazamiento ni de transporte o gasolina (además, estar en tu hogar siempre da mayor sensación de seguridad… y más si podemos estar en chándal).
Normalmente se considera que un problema puede ser trabajado en terapia si empieza a influir en varias áreas de nuestras vidas durante semanas. Sin embargo, esto dependerá de muchos factores. Así que, en definitiva, considero que si te sientes enredado o enredada en tus pensamientos, o te encuentras en un atasco, es un buen momento para pedir ayuda. No hay por qué esperar a que el problema se cronifique ¿verdad?.
Si te quedan dudas, podemos resolverlas juntos y valoraremos de forma profesional y honesta si es necesario o no que necesites embarcarte en este proceso ¡no te preocupes por ello!
Nuestra mejor herramienta para el cambio es el lenguaje, así que iremos analizando conjuntamente qué ocurre, qué mantiene el problema, qué factores lo están manteniendo y cómo podemos ir dándole solución de una forma práctica y útil. Yo seré como un espejo con una perspectiva diferente y me iré adaptando a ti en tus propias necesidades, ritmos y procesos.
No existe un recetario mágico para ello (y quien te diga que sí, probablemente te esté vendiendo humo). El proceso dependerá de muchos factores. Desde el momento en el que empezamos un proceso de este tipo es como si estuviéramos en una barca donde tú sujetas un remo y yo otro, así que el camino es bidireccional. Por mi parte, te aseguro que no daremos más sesiones de lo necesario y daré una gran importancia a comunicarnos en este aspecto.
Normalmente las sesiones son de una hora, pero soy flexible a los cambios. No vamos a estar mirando el reloj cada cinco minutos. Además me enfocaré en que las sesiones sean lo más productivas y eficientes posibles dentro de ese tiempo.
Respecto a los peques de la casa, lo primero que haremos será reunirnos los adultos para firmar los consentimientos y hacer una exploración sobre el motivo de consulta. Posteriormente empezaremos a trabajar en equipo, ya que los padres son parte fundamental en el proceso de cambio.
A medida que los niños y niñas van creciendo y van demandando más autonomía, se les irá dando una mayor prioridad a ellos, respetando y manteniendo la comunicación con el resto del entorno familiar.
¡Por supuesto! Llevo más de diez años trabajando con estas becas. De hecho, si no sabes como cumplimentarlas, te puedo ayudar en el proceso desde cero.